Ya en mi infancia tenía la capacidad de oficiar de mediador entre las almas errantes o espíritus desencarnados y los seres humanos vivos (encarnados). Estos practicantes somos conocidos como «médiums» o «médiums espirituales».
Esta capacidad psíquica está extendida en mi a pesar de su «ausencia» en mi vida durante algunos años y de pruebas. Entonces me dediqué a investigar de manera objetiva toda una serie de detalles y «casualidades»/señales… en definitiva, sincronicidades que fueron determinando mi validez en las afirmaciones de mi capacidad como médium.
Me pongo al servicio con todo mi ser para escuchar al consultante, absorbiendo cada detalle que me llega de su tono de voz e intenciones, mientras me habla de un ser (persona o animal) que ya no habita en este plano terrenal. Me sirvo de algún elemento de la tierra (fuego, aire, agua…) para anclarme en el espíritu y hacer de mediador entre los dos para transmitir los mensajes que ambos tienen pendientes o simplemente necesiten expresar en ese momento. Tomo el control de la voz como médium y la utilizo para transmitir el mensaje, o simplemente «escucho» el mensaje y lo transmito. Hay otras formas que implican materializaciones del espíritu o la presencia de su voz, su actividad e interacción que también tengo presentes.
Todo este proceso lo realizo con el máximo respeto hacia esta área de acompañamiento emocional y espiritual. Para más información ponte en contacto conmigo.